La rotura de un ligamento es una lesión grave que puede ocurrir en cualquier articulación, pero es más común en las rodillas y tobillos. Los ligamentos son tejidos fibrosos que conectan los huesos y ayudan a mantener la estabilidad de las articulaciones.
Los ligamentos cruzados (anterior y posterior) son 2 ligamentos que se encuentran dentro de la articulación de la rodilla. Son los principales responsables de mantener la rodilla estable, por eso su rotura suele comprometer su funcionalidad. Por su disposición, la ruptura del ligamento cruzado anterior es mucho más frecuente que la del ligamento cruzado posterior.
Según datos del Ministerio de Sanidad, en España se producen unos 8.000 casos de rotura del ligamento cruzado anterior (LCA) al año. La mayoría de los pacientes son jóvenes y deportistas, por lo que la recuperación es fundamental para volver a practicar su actividad física con normalidad. El deporte más relacionado con este tipo de lesión fue el fútbol, con un total de 446 casos, seguido del baloncesto, con 92 (Según datos del informe anual de traumatismos deportivos del Comité Olímpico Español (COE) y la Federación Española de Medicina Deportiva (FEMEDE), en el año 2016).
En este post vamos a tratar todos la información relevante de esta lesión común de rodilla siguiendo los siguientes puntos:
1/ ¿Qué es el ligamento cruzado anterior (LCA)?
2/ Causas de la Lesión o Rotura del Ligamento Cruzado Anterior
3/ Síntomas de la Lesión o Rotura del Ligamento Cruzado Anterior
4/ Diagnóstico Rotura del Ligamento Cruzado Anterior
5/ Tratamiento de la rotura de ligamento cruzado
6/ Rehabilitación y Tiempo de recuperación de la lesión
7/ Fisioterapia: clave en la recuperación y prevención de la lesión
8/ Secuelas de la Rotura de Cruzado Anterior
El ligamento cruzado anterior (LCA) es una banda fibrosa que conecta el hueso de la tibia con el fémur. Su función principal es estabilizar la rodilla, especialmente cuando está en movimiento. El LCA se encuentra en la parte frontal de la rodilla y forma parte del sistema de ligamentos que rodean y protegen esta articulación.
La rotura del ligamento cruzado es una lesión que se produce cuando el ligamento, que conecta la tibia y el fémur, se rompe. Esta lesión suele ocurrir en deportes de contacto o en aquellos en los que se realizan movimientos bruscos de rotación sobre la rodilla, como el fútbol, el rugby o el esquí. También puede ocurrir como consecuencia de un accidente, gradualmente con el uso excesivo o como evolución natural del envejecimiento del ligamento.
Las causas más comunes de esta lesión son:
Las condiciones anatómicas anormales: algunas personas nacen con anomalías en la forma en que sus huesos y articulaciones están dispuestos (por ejemplo, rodilla valga o vara), lo cual puede debilitar los ligamentos e incrementar el riesgo de lesionarlos.
Antes de empezar a hablar sobre los síntomas, diagnóstico, tratamientos y secuelas de la lesión de la rodilla, cabe mencionar que es una lesión en ciertos casos se puede evitar. Es importante aprender a moverse correctamente y a proteger la rodilla durante el ejercicio. Es especialmente importante evitar los movimientos bruscos o inesperados que podrían causar una lesión. El trabajo de la musculatura extensora y flexora de la rodilla es crucial, pues son otros elementos que ayudan en una correcta estabilización de la rodilla.También se recomienda usar protección adicional, como rodilleras o fajas, cuando se practican deportes de contacto o de riesgo.
Los síntomas de la rotura de ligamento cruzado incluyen dolor intenso, hinchazón, sensibilidad al tacto y limitación del movimiento. Si se produce una rotura completa, se puede sentir un chasquido o un estallido en el momento del accidente. La rodilla también puede quedar inestable.
Los síntomas más frecuentes de la rotura del ligamento cruzado pueden incluir:
Dificultad para caminar o para mantener el peso de la rodilla.
Si no se trata adecuadamente, la rotura del ligamento cruzado puede conducir a problemas crónicos de artritis en la rodilla. Con tratamiento adecuado y rehabilitación, muchas personas pueden volver a practicar deportes y llevar una vida normal después de sufrir esta lesión. Por este motivo, si sientes dolor en la rodilla o cualquier otra señal de lesión, debes parar inmediatamente el ejercicio y consultar a un médico.
El diagnóstico de la rotura del ligamento cruzado incluye un examen físico y una resonancia magnética (RM). Otras pruebas de imagen como una radiografía o una tomografía axial computerizada (TAC) pueden ser realizadas para descartar lesiones asociadas (fractura ósea, ruptura de meniscos u otros ligamentos de la rodilla).
El tratamiento de la rotura del LCA depende de varios factores, como la edad y el nivel de actividad física del paciente. Por lo general, los pacientes jóvenes y activos pueden beneficiarse de un tratamiento quirúrgico para reconstruir el ligamento dañado. Los pacientes mayores o menos activos pueden optar por un tratamiento no quirúrgico.
El tratamiento sin cirugía de la rotura de cruzado anterior es recomendado en aquellos pacientes que no presentan dolor o inestabilidad significativos como sucede en el caso de roturas parciales de los ligamentos. También se suele aplicar en casos de pacientes mayores con poca actividad física. En esos casos se aplica un tratamiento conservador sin cirugía que incluye el uso de férulas o vendajes para estabilizar la rodilla, así como ejercicios específicos para fortalecer los músculos alrededor de la articulación. También es importante la terapia física y medicamentos para aliviar el dolor y la inflamación.
En casos de ruptura parcial se puede conseguir que el ligamento se cure por sí mismo, o en el caso de pacientes mayores poco activos, siempre que fortalezcan los músculos alrededor de la articulación pueden llegar a prescindir del ligamento.
El tratamiento quirúrgico de la rotura de cruzado anterior se recomienda cuando el dolor y la rigidez persisten después de un período prolongado de inactividad y tratamiento conservador. La cirugía también se puede considerar si hay una lesión grave en otras estructuras de la rodilla, como el menisco o el ligamento colateral medial.
El tratamiento quirúrgico de la rotura de cruzado anterior implica reparar el ligamento dañado. Esto se puede hacer de varias maneras, pero la técnica más común es usar un trozo de tejido del propio paciente para reconstruir el ligamento. En algunos casos, se puede usar un injerto de tejido artificial o sintético.
En general, el pronóstico después del tratamiento quirúrgico o no quirúrgico para la rotura del LCA es bueno. Con cualquier tipo de tratamiento, sin embargo, es importante seguir las instrucciones médicas para evitar complicaciones y maximizar las posibilidades de recuperación completa
La rotura del ligamento cruzado anterior (LCA) es una lesión que requiere de un tiempo de recuperación y tratamiento médico. La mayoría de las personas necesitarán de seis a nueve meses para recuperarse por completo. El proceso suele comenzar con fisioterapia para ayudar a restaurar la movilidad normal de la rodilla.
A medida que mejora la fuerza y el equilibrio, se pueden incorporar actividades deportivas suaves antes de volver a practicar deportes competitivos. Consulta con tu fisioterapeuta para realizar un plan de ejercicios adaptados a tu caso concreto para mejorar, sin realizar ejercicios perjudiciales.
La Fisioterapia juega un papel muy importante en el tratamiento de lesiones del ligamento cruzado anterior (LCA). El objetivo de la fisioterapia es ayudar a restaurar la función y el movimiento de la articulación de la rodilla, fortalecer los elementos estabilizadores así como reducir el dolor y la inflamación.
Si se confirma que tiene una lesión del LCA, el tratamiento puede incluir cirugía para reparar o reconstruir el ligamento dañado. Después de la cirugía, se recomienda realizar terapia física para ayudar a restaurar el movimiento y la fuerza en su rodilla. Su terapeuta le enseñará ejercicios específicos para estirar y fortalecer los músculos alrededor de su articulación de rodilla. También podrán brindarte consejos sobre cómo proteger su articulación de rodilla durante el proceso de curación.
Es importante tener en cuenta que el tiempo necesario para recuperarse completamente de una lesión del LCA varía según cada individuo. Sin embargo, siguiendo las instrucciones de su médico y fisioterapeuta, van aumentar las probabilidades y velocidad de recuperarse completamente, además de evitar futuras lesiones.
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La rotura del ligamento cruzado anterior es una lesión grave que requiere de un tratamiento intensivo y de mucho tiempo para recuperarse. Después de la rehabilitación, es posible que aún se experimenten algunos problemas en la rodilla, como dolor o rigidez. Sin embargo, con el tiempo y el cuidado adecuados, estos síntomas suelen mejorar significativamente. Las secuelas potenciales que queden en la rodilla dependen de la gravedad de la lesión inicial y también de la rehabilitación que el paciente realice. Por esto animamos a todos los pacientes a realizar una buena rehabilitación juntamente con un Fisioterapeuta profesional.
Por último, vamos a dejar un contenido extra de Fisio Online que creemos que está muy bien, muy ilustrativo y explicativo para obtener más información sobre la lesión de Ligamento Cruzado Anterior: