El nervio ciático es el nervio más largo del cuerpo humano. Se extiende desde la espalda baja hasta la parte posterior de la pierna. Cuando se comprime o se irrita su raíz se produce una condición llamada ciática. La ciática puede ser muy dolorosa, llegando en muchos casos a limitar la capacidad de una persona para caminar o para realizar otras actividades. En el siguiente artículo hablaremos sobre la ciática y te mostraremos los mejores ejercicios para aliviar el dolor que provoca.
Hipócrates fue supuestamente el primero en utilizar el término ciática, procedente de la palabra griega "ischios" que significa cadera. Aunque ciática es un término de uso común, también puede causar confusión porque se ha utilizado de manera generalizada para describir cualquier tipo de dolor de espalda o de piernas.
En la mayoría de los casos, y también en este artículo, el término ciática se utiliza para describir el dolor que se irradia desde la lumbar hacia el pie a lo largo del curso de las raíces nerviosas lumbosacras (dermatomas), siendo el orígen del dolor una alteración en la columna lumbar. Como dato curioso, los antiguos griegos y egipcios ya sospechaban de una relación entre la patología de la columna lumbar y el dolor de piernas.
Es importante diferenciar entre la ciática y otras disfunciones que no tienen su orígen en la raíz nerviosa. El nervio ciático transcurre en su recorrido por la pelvis por debajo de la musculatura glútea. En este punto puede verse afectado por una reducción del espacio y así restringir su movilidad. Generalmente, el pronóstico de recuperación en estos casos suele ser más favorable, ya que con un tratamiento adecuado el dolor disminuye con el paso del tiempo.
En muchos casos, la ciática está causada por una hernia discal lumbar en la que la raíz del nervio está comprimida por el material del disco intervertebral. Entre otras causas se encuentran la espondilolistesis, la estenosis lumbar, la estenosis foraminal y los tumores malignos. El denominador común de todas estas causas es el hecho de que la raíz nerviosa lumbar está comprimida, lo que puede dar lugar a una inflamación y por consiguiente generar dolor. Las pruebas realizadas hasta ahora sugieren que no es tanto la presión sobre la raíz nerviosa lo que causa la ciática, sino una combinación de procesos relacionados con la presión, la inflamación y el estado inmunológico.
El diagnóstico de una ciática se basa principalmente en los síntomas que presenta el paciente y en los resultados de la exploración física realizada por el profesional sanitario. Los signos y síntomas que son indicativos de ciática son:
- Predominio del dolor en las piernas más que en la espalda (se debe evaluar si se irradia por debajo de la rodilla y si se alinea con uno o más dermatomas).
- Aumento del dolor en las piernas al toser, estornudar y/o respirar profundamente.
- Parestesia y/o la pérdida de la sensibilidad en línea con los dermatomas de la raíz espinal afectada.
- Pérdida de fuerza muscular.
- Aumento de la distancia entre el suelo y la mano al realizar el gesto de tocarse los pies (>25 cm).
- Ausencia de reflejos tendinosos.
- Dolor al realizar la prueba de Lasegue (elevación de la pierna sin doblar la rodilla).
- Dolor al realizar la prueba de Lasegue cruzada (elevación de la pierna contralateral sin doblar la rodilla). En este caso, la gravedad de la ciática es mayor.
Cuando varios signos, síntomas y pruebas físicas son positivos, se considera más probable el diagnóstico de ciática, especialmente cuando los síntomas pueden atribuirse a una raíz nerviosa. Normalmente, la ciática se presenta con un inicio no muy intenso y va aumentando la sintomatología gradualmente. De todos modos, existen casos en que las molestias pueden aparecer rápidamente y ser intensas y constantes desde un inicio. En el proceso diagnóstico, también es muy importante excluir una patología subyacente grave, como por ejemplo: traumatismos, cáncer, infecciones, alteraciones de la vejiga, etc.
La primera línea de intervención para los pacientes con ciática es el tratamiento conservador. Mantenerse activo físicamente se considera uno de los elementos más importantes. Animar a los pacientes con ciática a mantenerse físicamente activos y evitar el reposo en cama es una de las claves para disminuir la sintomatología.
Se recomienda realizar ejercicios supervisados, incluyendo ejercicios direccionales, de control motor, para movilizar el nervio y ejercicios de fuerza. En todos los casos, el tipo de ejercicio debe estar en consonancia con las dolencias y las expectativas del paciente, para ello es vital el papel de supervisión realizado por el fisioterapeuta.
A continuación, en el siguiente vídeo puedes encontrar tres ejercicios que te ayudarán a aliviar tu dolor provocado por la ciática:
Los fisioterapeutas, con el objetivo de generar un efecto antiálgico a corto plazo, pueden aplicar terapia manual para mejorar el movimiento y la función de la columna vertebral. Puedes encontrar un fisioterapeuta cerca de ti en para que te ayude a solucionar tus dolencias. En los casos de ciática aguda, se puede optar por el uso de medicamentos para rebajar la sintomatología. Se ha visto que los corticosteroides mejoran el dolor a corto plazo. De todos modos, estos medicamentos tienen efectos secundarios considerables, por lo que su uso debe ser controlado.
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stelo RW. Physiotherapy management of sciatica. J Physiother. 2020 Apr;66(2):83-88.