Es muy común escuchar crepitaciones en ciertas articulaciones del cuerpo, siendo las más frecuentes las rodillas, los tobillos y los dedos de las manos. El crujido articular es un fenómeno normal y, por lo general, no suele ser un signo de ninguna enfermedad. De hecho, la mayoría de las personas experimentan algún tipo de crepitación de vez en cuando. Pero, ¿es siempre así?
En el siguiente artículo hablaremos sobre los crujidos articulares y su relación con la salud.
Los crujidos articulares son sonidos generados por la movilidad de las articulaciones. Pueden ser producidos de forma voluntaria o involuntaria, y pueden ser causados por una variedad de factores, incluyendo la edad, el estado físico, y las condiciones médicas. Mayoritariamente, los crujidos articulares no son una causa de preocupación, pero en algunos casos, pueden indicar una condición médica subyacente (ej. Artritis).
Los crujidos articulares son un fenómeno muy común en la población, pero que aún se encuentra en gran parte inexplicado. Aunque de manera general no representa una amenaza para la salud, puede ser molesto y a veces doloroso.
Lo primero que debes saber es que, cuando cruje una articulación, lo que se produce es un fenómeno físico llamado 'cavitación'.
La cavitación se genera cuando un líquido se calienta o se enfría bruscamente. En estos casos, las moléculas del líquido se mueven con mucha energía y, en algunos momentos, se alejan tanto unas de otras que se produce el vacío. Al cabo de unos instantes, las moléculas vuelven a ocupar su lugar y, cuando lo hacen, chocan unas con otras y se producen ondas sonoras.
En el cuerpo humano, la cavitación se produce en las articulaciones cuando estas se mueven bruscamente. En este caso, las moléculas del líquido que se encuentra en las articulaciones (líquido sinovial) se alejan unas de otras y al chocar se producen ondas sonoras. Es aquí donde nuestros oídos detectan el ruido característico de la crepitación articular.
Como ya hemos comentado, en un principio los crujidos articulares no deberían suponer un problema para nuestra salud. Sin embargo, si tus articulaciones crujen con frecuencia es posible que estés padeciendo una alteración relacionada con el sistema musculoesquelético, como:
En la mayoría de casos, los crujidos articulares no requieren de un tratamiento
específico y desaparecen con el tiempo. Sin embargo, si son acompañados de dolor, especialmente si el dolor es intenso o si interfiere con las actividades cotidianas, se debe buscar una solución para controlarlos.
Para tratar los crujidos articulares es muy importante trabajar sobre la estabilidad de las articulaciones y sobre la musculatura que rodea a estas. La estabilización de las articulaciones se consigue mediante ejercicios de control del movimiento del cuerpo y activando la musculatura que rodea a la articulación en cuestión. Para ello se pueden utilizar ejercicios, tanto a nivel local como general, supervisados por un fisioterapeuta. Encuentra un fisioterapeuta cerca de tí que podra ayudar.
Por otro lado, es importante mantener una buena hidratación, ya que el agua es esencial para el correcto funcionamiento de todas las articulaciones. También es importante mantener un peso saludable, ya que el exceso de peso puede causar estrés en las articulaciones y aumentar el riesgo de crujidos articulares. También puedes leer nuestro artículo sobre si es malo cruzar las piernas al sentarse.